Por fin nos fuimos a la wok a comer navajas. El Robert me llamó para decirme que el sábado iríamos a ponernos ciegos de navajas. La verdad es que no tenía muchas ganas de ir ya que estaba revuelto con el estómago.
El sitio es muy grande ya que contamos unas cincuenta mesas. Las navajas ricas, ricas
Nos acompañaron dos niñas que según el Robert estaban tan buenas como las navajas.
El final ya en casa es el de yo arrodillado en el water hechando la cena.😩😩😩😩
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